Esta obra privilegia el uso de la pintura como principal elemento plástico. El cuadro muestra una abundante gama cromática, rescatando la gestualidad y la mirada personal del artista. En la tela el tratamiento pictórico se caracteriza por una actitud ingenua del autor, visible tanto en el dibujo como en la elevación de la línea del horizonte.
Por su parte, el uso de colores fuertes y puros refuerzan el grado expresivo de la obra, acercándola a corrientes estilísticas de principios de siglo, en especial al llamado Fauvismo francés.
Finalmente, el cuadro se inscribe dentro de la corriente neoexpresionista, junto con representar una constante de la pintura chilena por retomar el paisaje de nuestro país, tema que ha sido desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días.
Año de publicación: 1994

OTRAS OBRAS

Compartir