En sus obras, este artista desarrolla una aguda mirada crítica empleando elementos satíricos e irónicos sobre la realidad. En este sentido, Durán podría relacionarse con el movimiento alemán de los años 20, conocido como “Nueva Objetividad”, uno de cuyos representantes fue George Grosz. Ambos autores comparten el recurso del dibujo caricaturesco y una fuerte expresividad en el tratamiento de las manos de los personajes.
Este cuadro presenta las constantes temáticas del pintor. Sobresale “el mundo masculino”, caracterizado por hombres que visten traje y corbata, seres ridículos de rostros mofletudos con posturas alargadas y retorcidas. Igualmente, se aprecia una mirada crítica hacia la clase aburguesada, representada por estos personajes; en contraposición formal -sicológica y simbólica- a la figura femenina, que se presenta estilizada y desnuda.
En términos plásticos, destaca la nitidez visual lograda con el delineamiento de las figuras y los efectos de luz.
Año de publicación: 1997