Aquí apreciamos una extraña escena que se sitúa en una geografía desconocida y más bien desértica. Es posible observar a siete personajes que se despliegan en una atmósfera muy ambigua e inquietante. Todo parece girar en torno al maíz y en la atmósfera ritual que lo envuelve desde la época de las culturas precolombinas. Así se ve a al campesino que siembra y cosecha el preciado alimento, arrodillado en una actitud que lo acerca a lo sagrado del fruto. A su lado, dos hombres (uno sentado y otro de pie) observan con una distante actitud, mientras que en tercer plano se observa a un individuo dormido y otros tres que adoptan poses de ritos religiosos al momento que observan al cielo en una silenciosa plegaria. En términos pictóricos resalta el uso de tonalidades rojizas, azules y oscuras y el manejo de un limpio oficio realista que realza la atmósfera fantástica de la obra.
Año de publicación: 2001