En “Abrazo”, la artista Claudia Peña mezcla dos corrientes estéticas: la realista por su oficio y factura, y la surrealista, por el tratamiento del tema.
            Lo que se aprecia en dicha pintura, es la presencia central de dos brazos femeninos entrelazados y que descansan sobre un paño o vestido cuyos motivos son el tupido follaje de la vegetación. No es casual la posición de dichos brazos, típicos en la pintura renacentista, pues citan la posición de los brazos de “La Gioconda” pero invertidos. La técnica y oficio que demuestra Peña se acerca a la obra de otros importantes artistas chilenos como Guillermo Muñoz Vera y Claudio Bravo, por su exquisito realismo y condiciones técnicas.
            Por su parte, la vertiente surrealista del cuadro está en como presenta el tema. Si bien el tema es la figura humana, no vemos ni el rostro ni el cuerpo de la mujer, sino que observamos a dos brazos que se posan sobre un vestido estampado de fértil vegetación y que a veces da la impresión de ser brazos mutilados. Acentúa el carácter surrealista de la obra, un pequeño detalle que sorprende por su impostura, por su imposibilidad. Ese detalle corresponde a una hoja del vestido que parece tomar vida y posarse suavemente sobre el brazo izquierdo de la mujer. Ese gesto casi mágico hace que la pintura sea algo más que la mera descripción de dos brazos, para transformarse en verdadero arte.
Año de publicación: 2001

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