La artista Jesús Román presenta una serie de obras bidimensionales y tridimensionales, formadas por acrílicos, cilindros de metal y cuelgas de lentejuelas. A través de esta instalación, decorativa, serializada, luminosa, con cierta connotación femenina, la artista logra transmitir, con fuerza y delicadeza, el refinado contenido que Gabriela Mistral imprime a su misiva. En esta exhibición, la palabra cobra gran importancia.
Por medio de relucientes lentejuelas, la artista desplaza a tres obras del montaje el contenido de la carta de la poetisa. Jesús complejiza la lectura de esta obra, tanto como Gabriela Mistral lo hace generando una descripción literaria de una colorida pintura de flores, llegando ambas a una ejecución similar: el rico nexo que se genera entre visualidad y texto.
