Esta exposición reúne los trabajos de egreso de once artistas provenientes de ocho Escuelas de Arte de Santiago, Temuco y Valparaíso. A esta generación de artistas le ha tocado atravesar en sus estudios el estallido social y dos años de pandemia, con sus respectivos periodos de clases virtuales y encierro obligado. Las derivas poéticas/políticas de las investigaciones y los recursos materiales que surgieron de estos acontecimientos, reflejan de cierta manera los núcleos temáticos que proponemos para esta versión de Convergentes.
En estas obras nos adentramos a diversos contrapuntos de la noción de territorio, a veces enunciado como lugar político, como trama social, o como ecosistema y organismo vivo. Sus bordes se declaran como demarcaciones violentas, enfrentándonos así al miedo inminente (Marie Peyrè), a los femicidios (Savka Razmilic), al narcotráfico (Nadia Cárdenas), al bullying colegial (Joshua Silva) y a la jerarquía y disidencias de sus cuerpos (Jerardo Alfaro); o como los límites geográficos que definen a un barrio, a ese lugar de pertenencia que a la vez amplía la segregación desde pensar(se) en la periferia (Martín Vásquez, Diego Dreckmann, Fabiola Arenas).
El territorio ha sido siempre un espacio de conquista, así es como determina sus centros y periferias, constituyéndose también de una trama orgánica en circulación y movimiento, a veces como experiencia vital con la naturaleza (Maccarena Saldías, Paulina Soto) o como vínculo silencioso con nuestra memoria familiar (Carolina Urzúa). Así, lo leve e invisible que se dibuja en la urdimbre de nuestra relaciones se contrapone a lo sólido e inamovible de la ciudad y sus estructuras.