Cercana a la corriente del Realismo Mágico pictórico, tanto desde el punto de vista estético como simbólico, por una representación de la realidad filtrada según la personal y creativa visión del artista.
Lo primero que se observa en esta obra es la monumental y nítida presencia de una figura femenina, que muestra ciertas desproporciones en su anatomía, logrando una fuerte imagen expresiva. En términos significativos, la figura adquiere un interesante carácter simbólico, recordando el uso de este recurso entre los “muralistas mexicanos” para representar la generosidad, fortaleza y entrega de ciertos personajes.
Cabe destacar la nitidez visual de la obra, lograda a través de un depurado dibujo junto a la utilización de un luminoso tratamiento cromático, que incluso llega a ser translúcido como ocurre en la figura femenina, lo que acentúa aún más su “aura” simbólica.
Año de publicación: 1996