La obra del pintor y grabador Rioseco revela dos coordenadas de análisis estético que se complementan entre sí. Por un lado y producto de sus indagaciones plásticas, el artista manifiesta como una constante creativa, una profunda reflexión sobre los soportes y materiales con los que trabaja. Dichos aspectos son claramente visibles en su obra “Target I”, en donde la mixtura entre la pintura y el grabado, su atención en otros soportes más obsolescentes como el afiche callejero o el graffitti, y la incorporación de diversos materiales como barnices y spray, forman parte de una obra dinámica y reflexiva frente a su naturaleza física y artística.
Por otro lado, gran parte de la obra de este artista se centra en una temática constante: el artista busca recuperar la estética peculiar de espacios de urbanos y de encuentro colectivo, el que se revela lleno de iconografías diversas y cada vez más codificadas. Tal parece ser el caso de su obra “Target I”, en donde la estructura geométrica y de anillos concéntricos, trasciende su mera forma y se convierte en un signo reconocido por todos nosotros: un blanco para tiro. La ciudad como una gigantesca red de signos cada vez más variados, dispersos y efímeros, se instala permanentemente en la obra de Rioseco, como una gran metáfora sobre la paradójica incomunicación que produce entre los ciudadanos justamente la hipertrofia de signos comunicativos y la constante búsqueda de nuevas formas de contacto y nudos comunicativos.
Año de publicación: 2005
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