Es la infancia la etapa más importante en nuestras vidas. La que define quienes seremos en el futuro, la forma de vincularnos, nuestros sueños y cómo enfrentamos los desafíos que nos depara el futuro. Es la infancia el trampolín, el impulso de un vuelo incierto que solo puede ceñirse de los pasos certeros de quienes nos amaron, nos contuvieron y creyeron en nosotros.
En Chile miles de niños viven una infancia tan dolorosa, y sin reparación, que nunca pueden vivir ese vuelo. Han sido vulnerados en sus derechos desde muy pequeños y en muchos casos, son derivados por los tribunales a residencias de protección lejos de sus familias. Es nuestra DEUDA, nuestro SENAME, nuestros NIÑOS.
El Programa Juntos por la Infancia nace con el propósito de mejorar la calidad de vida y el bienestar de estos niños, niñas y jóvenes interviniendo en sus vidas y en las distintas facetas en las que creemos podemos generar un aporte, por mas mínimo que este sea. En este contexto, el programa Ciclo de las Artes, es una herramienta que brinda a los niños la posibilidad de desarrollarse experimentando distintas disciplinas artísticas, que se van intercalando en el tiempo. Sabemos que el proceso creativo permite expresar emociones, crear, destruir y volver a crear. Les ofrece un espacio para resignificar su propia historia de vida y una aproximación a la belleza del proceso vivido y al resultado de la obra creada. El arte es una herramienta de resiliencia y desarrollo, es la oportunidad de la proliferación del bienestar para estos niños, niñas y jóvenes que buscan ese vínculo perdido, la confianza en ellos mismos, el futuro que se avecina, la necesidad de entregarse y mucho más.
“Sabemos que entre los niños resilientes hay un gran número de escritores, cineastas, pintores… porque es en el refugio de lo imaginario; donde ellos han podido soportar el horror de lo real. En el arte existe un lugar de belleza que nadie me podrá arrebatar”.
Boris Cyrulnik