La obra de Barreda se reconoce por sus singulares atmósferas, creadas a partir de los elementos plásticos y temáticos que emplea. La atmósfera Barrediana podría definirse como una visualidad de las temáticas del Realismo Mágico literario latinoamericano.
En esta obra, llama la atención el tratamiento con una perspectiva aérea para representar la íntima escena de “sobremesa” casera, incorporándole un interesante aire etéreo, volátil y mágico.
Desde un punto de vista pictórico, se reconocen esencialmente dos áreas: una de luz y otra de sombras, en ambas predominan los tonos ocres, tierras y sienas, que le otorgan ese singular tono sepia característico de las cosas de antaño, situándonos en el ámbito temporal de lo pasado. Cabe destacar los interesantes efectos de luz que impregnan de tibieza esta escena.
Año de publicación: 2000